La mayoría de los seres humanos pasan el 90% de su tiempo en el interior, esta es la razón por la calidad del aire interior hoy en día es el tema más importante.

El aire contaminado tiene una composición diferente, debido a humo, hollín, polvo, aerosoles, humos y sustancias olorosas. Todas estas partículas de aire adicionales son respiradas por nosotros diariamente. Nuestros filtros naturales son las membranas mucosas en nuestras narices y garganta. Pueden tomar partículas de hasta 5 micro metros y, por lo tanto, proteger nuestros pulmones de las partículas inhaladas. El polen, por ejemplo, tiene un tamaño de 10-100 micro metros. Pero desafortunadamente muchas de las partículas en el aire son mucho más pequeñas que 5 micro metros.

Las partículas de ácaros del polvo son más pequeñas que 5 micro metros y por lo tanto llegan a lo profundo de nuestro sistema respiratorio. Los ácaros existen en todos los hogares y no son un signo de falta de higiene, principalmente se alimentan de la escama humana. Los ácaros del polvo no son gérmenes como tales, son pequeños arácnidos (0.3 mm).

El polvo fino se compone de partículas muy pequeñas (0,1 a 10 microgramos) invisibles para el ojo humano. Puede irritar los pulmones, causar asma e incluso reducir drásticamente la esperanza de vida.

El polvo fino es principalmente producido por el hombre, pero también puede tener una causa natural. Es causado por calentadores domésticos, vehículos en el tráfico rodado, plantas de la industria pesada y sus procesos, así como la agricultura. El polvo fino producido de forma natural proviene de plantas, incendios forestales, microorganismos, erupciones volcánicas y erosión de rocas, etc.

Las partículas con un tamaño de hasta 3 micro metros entran a la casa incluso a través de ventanas selladas. El nivel de polvo fino en exteriores suele ser menor que en interiores, por ejemplo en pisos, escuelas y oficinas.

La purificación del aire junto con la limpieza profunda son soluciones efectivas para este problema. El uso de un purificador de aire puede eliminar más del 99,97% de los contaminantes nocivos. Un potente sistema de purificación de aire puede eliminar contaminantes de hasta 0.3 micrones, lo que mejora la salud y reduce en gran medida los riesgos para la salud. Una aspiradora de polvo para limpieza profunda también elimina la mayoría de las partículas pequeñas de varias superficies y también del aire.